Lo normal en verano es que las temperaturas sean altas. Pero en ocasiones, el calor se puede volver extremo y además durar varios días, semanas e incluso meses. A este fenómeno, que puede tener consecuencias muy serias para la salud y para el consumo en la climatización de edificios. se le conoce como ola de calor.
La ola de calor es un episodio de temperaturas anormalmente altas que se mantienen durante varios días o semanas y que además afectan a una parte importante de la geografía de un país. ¿Cuántos días o semanas? Lo cierto es que no hay una definición ”oficial”, por lo que es difícil precisar cuántos.
En España se dice que es una ola de calor cuando se registran temperaturas extremadamente altas (tomando como referencia el periodo 1971-2000) en, como mínimo, un 10% de las estaciones meteorológicas durante al menos tres días.
La gran mayoría de las veces se producen en el periodo canicular, el cual suele darse en verano. La canícula es el periodo más caluroso del año, y transcurre entre el 15 de julio y el 15 de agosto. En los últimos años, sin embargo, parece observarse una tendencia al adelantamiento de las olas, tal y como está sucediendo en estos días de junio en los que se han superado se superarán los 35ºC en amplias zonas del interior peninsular y alcanzado los 40ºC en áreas del centro, por lo que ha lanzado una alerta a la población.
Los efectos en la salud observados de las altas temperaturas dependen tanto de la intensidad de la ola de calor -las temperaturas máximas a las que se llega- como sobre todo de su duración.
Uno de los principales riesgos derivados de la exposición a altas temperaturas es el conocido como golpe de calor. Los síntomas de este trastorno van desde notar la piel enrojecida, caliente, seca a sufrir alteraciones como pulso rápido, dolor de cabeza, confusión, debilidad, insomnio, calambres musculares, náuseas, vómitos, convulsiones o pérdida de conocimiento.
Agotamiento, estrés, dermatitis, insolación, quemaduras y edemas son otros efectos menores, aunque igual de indeseables, fruto del calor excesivo exterior o de una deficiente climatización de edificios.
Existen una serie de recomendaciones, especialmente importantes en los grupos de riesgo o más vulnerables, como ancianos, niños y enfermos crónicos, así como en las personas que trabajan o realizan esfuerzos al aire libre, que previenen y mitigan los efectos anteriores:
El aumento de las temperaturas aumenta el consumo energético en la climatización de edificios de manera que la semana pasada ya se ha registrado un incremento de un 8%.
Por ello, se hace necesario:
rcastilla reafirma igualmente su compromiso con la eficiencia energética en cada una de las instalaciones que diseña y desarrolla de manera que estar cómodos no signifique un derroche de energía.
Contacta con nosotros.
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
Las cookies que pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos personales del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados se denominan cookies no necesarias. Es obligatorio obtener el consentimiento del usuario antes de ejecutar estas cookies en su sitio web.